Salida en vuelo regular directo de Madrid a Tokio.

Llegada a Tokio y traslado al hotel. Tiempo libre para acomodarse y reconocer los alrededores del hotel. Llegar a Tokio es como llegar al futuro, quedarás sorprendido de la mezcla entre lo tradicional, el avance tecnológico y las tendencias ultramodernas.

Tokio es la capital japonesa, por excelencia es el centro financiero y empresarial del país. Es una ciudad muy fácil en términos de transporte público (metro), así que puedes aventurarte sin problema de perderte. Verás todo ordenado y señalizado, hasta las aceras tienen carriles para ir o venir. Hay mil cosas que hacer… visita los Jardines Imperiales, el Templo Sensoji, Santuario de Ueno Toshugu, el Museo Samurai, Tokyo Tower, el Museo de Artes Digitales, el restaurante de robots, Disney Tokio o hasta la Estatua de Hachiko, el famoso perro que tiene su propia película. Imperdible desayunar sushi en el Mercado de Toyosu o ir temprano para ver las famosas subastas de atún. Camina por las tiendas y barrio alto de Ginza, trata de hacer un buen selfie en el caótico paso zebra de Shibuya o disfruta la vida nocturna en el barrio de Rappongi, al sur de la ciudad. Durante uno de los días de estancia en Tokio se realiza una excursión de día completo para visitar el Monte Fuji (incluido). Es recomendable visitar Nikko por cuenta propia o en excursión organizada de medio día para conocer el magnífico santuario memorial para Tokugawa Ieyasu, fundador y líder del periodo Edo.

Después de realizar el check-out en el hotel, se debe viajar por cuenta propia hasta la estación de trenes Tokyo Station para activar el Japan Rail Pass (incluido) para poder viajar en todos trenes que se quiera durante los próximos 7 días. El primer trayecto será de Tokio a Kioto. Al llegar a Kioto acomodación en el hotel y tiempo libre para explorar la ciudad.

Kioto es la antigua capital imperial, famosa por sus numerosos templos Budistas clásicos y sus jardines, palacios, santuarios Shinto y casas de madera tradicionales. En Kioto te puedes sentir maiko, geisha o samurái, ya que hay lugares donde rentar los atuendos por un día y puedes vivir la experiencia japonesa al máximo. Ya vestido así, puedes hacer las mejores fotos durante la visitar al barrio antiguo de Geishas en Gion (a media tarde es la mejor hora para ver a las geishas reales por las calles) o el milenario barrio de Higashiyama (el mejor preservado). Cerrar el día con una verdadera ceremonia del té en la Escuela Urasenke, no tiene comparación. Imperdibles son el Palacio Imperial y el Castillo Nijo, el Pabellón Dorado del Templo Kinkaku-ji y el Templo Budista de Sanjusangendo, dedicado a las 1000 formas de Kanon, o pasear por la cuesta Keage cuando es tiempo de cerezos (abril). Visite el Templo Kiyomizu Dera o “Templo del Agua Pura“ donde además de ver el escenario principal de madera que supera los 13 metros también está la Fuente Otowa donde los visitantes pueden escoger la fuente de la cual tomar agua: la longevidad, el éxito o el amor (supuestamente sólo debes escoger uno, si tomas de dos o las tres fuentes es considerado un signo de avaricia) o el famoso Templo de Fushimi Inari Taisha por sus largos caminos contraídos con torii rojos. Desde Kioto se recomienda ir a ver los bosques de bambú en Arashiyama y viajar el centro religioso de Nara, lugar espectacular donde se encuentra el templo Todaji-ji Daibutsu con el buda de bronce de 15 mts. de altura y donde los ciervos son sagrados por ser mensajeros de Dios.

En el segundo trayecto en tren, se viaja de Kioto a Hiroshima, ciudad que en 1945 fue destruida por una bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial, y ahora es un centro donde se promueve la armonía en su Parque Memorial de la Paz. En Hiroshima pueden visitarse Shukkei-en un magnífico jardín japonés y el Castillo de Hiroshima, fortaleza rodeada de un gran foso y jardines tradicionales.

Este es un día diferente, ya que temprano desde Hiroshima se viaja a Miyajima en ferry (incluido). Miyajima es una isla a 50 km. de Hiroshima, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1996. Es una isla histórica considerada sagrada desde la antigüedad, en ella se encuentra el Santuario Itsukushima con la idea de venerar a la deidad del mar, el cual es presidido a manera de entrada por el famoso Gran Torii, pórtico color bermellón empotrado en la arena con más de 16 mts. de altura. Además de tener varios templos y monumentos históricos bien preservados desde el año 500 DC, se pueden ver los magníficos paisajes naturales desde el teleférico que sube hasta el Monte Misen. En ese monte se forjó la idea de las 7 maravillas, ya que existen 7 lugares milagrosos en el monte, uno de ellos es la flama eterna (con la que después se prendió la Flama de la Paz en el Monumento de Hiroshima). Viajando en categoría Primera Superior o Lujo, se cuenta con la experiencia de dormir en un Ryokan (con cena y desayuno incluidos), que es un alojamiento tradicional japonés con pisos de tatami, puertas y paredes corredizas, las demás categorías tienen una noche en hotel standard.

Durante el día se puede visitar lo que no se vio el día anterior, como el Complejo Sagrado de Daisho-In. Se dice que Miyajima es un lugar espectacular durante las 4 estaciones del año: en primavera ver los cerezos en Tahoto, Uguisu Alley o la Pagoda de 5 pisos; en verano, se puede ver un festival de fuegos artificiales en el Gran Torii o el Festival Kangen, que es la ceremonia religiosa más grande de la isla; en otoño, visitar los paisajes rojos de los setos en alguno de los caminos del Monte Misen o ver los árboles de maple en Momiji Dani Park o Ohmoto Park; en invierno, la isla está un poco más vacía de touristas, se puede asistir al Festival de Arco Momote o comer ostras de temporada de la región. En la tarde se viaja de vuelta en ferry de Miyajima a Hiroshima, para viajar y continuar el viaje en tren hasta Osaka.

Osaka es la 3ra ciudad más grande de Japón. Siempre ha sido reconocida por ser un puerto y centro industrial-comercial muy importante. Además de divertida y en donde se puede disfrutar de la cultura popular y la comida callejera como takoyaki – buñuelos salados - o el okonomiyaki – pizza o tortilla japonesa –, Osaka también tiene muchos rincones históricos que se deben visitar, como el Castillo de Osaka o la Tumba Kofun del Emperador Nintoku en Sakai. Merece la pena dar una vuelta por el Umeda Sky Building edificio totalmente futurista, visitar el callejón gastronómico Takimi Koji, ir al barrio electrónico de Den Den Town o subirse a la noria del Centro Comercial HEP Five. Siéntete en una película futurista de los años 50 en el barrio de Shinsekai y come las típicas brochetas kushikatsu. Se recomienda tomar el tren o tranvía para visitar el Santuario Sumiyoshi Taisha.

Regreso en vuelo de Osaka a Madrid. Llegada a España y fin de los servicios. Sayonara Okaerinasai